miércoles, 19 de agosto de 2009

dichosa monotonía

Cuidado con beber vino (de preferencia tinto) sola, a cualquier hora y delante de la gente …. Porque beber vino tinto sola, siendo mujer en una mesa de algún bar, a las cinco de la tarde o a las nueve de la noche y estando sola repito puede dar lugar a que piensen que eres una borracha cuando lo que estás tratando es de no pillar anemia perniciosa porque sigues un régimen severo y en vez de dos cervezas que te harían engordar te tomas una copilla de Rioja porque tonta no eres y además porque como buena mediterránea es lo que te va y sabes apreciar un buen vino pero peligroso si que es que te vean sola … si te ven acompañada o en grupo, no pasa nada, nunca pasa nada pero como te vean sola y solitariamente andando por las calles a las doce de la noche … bueno, se me olvidaba de que ahora estoy viviendo en una ciudad de provincias. Todo lo que solía hacer en la capital se ha ido al carajo. Hasta salir sin peinarme a por tabaco o en zapatillas a por el pan. Cruzo las calles casi sin mirar porque riéte de la circulación que hay comparándola claro con la de la capital. No hablemos de los días entre semana, quiero decir de las noches … y los fines de semana, no hablemos de la alergia que estoy sintiendo a todo o a casi todo.
Claro que está el mar y la playa … eso me cambia las ideas. No sé, creo que debo seriamente pensar en trasladarme o crear un puente que me sea cómodo entre la capital y esta ciudad. Que algo me saque de la monotonía, de esa dichosa monotonía que me aburre mortalmente. Me puedo morir de cualquier cosa pero me niego a morirme de aburrimiento.

Tuliette, no tan “instalada” como quisiera creer

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